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jueves, 1 de noviembre de 2018

Biografía de Francisco Lastra

El último alcalde republicano de    Getafe, Francisco Lastra Valdemar
Un ejemplo de otros tiempos


José María Real Pingarrón
José Luis Sánchez  del Pozo
Asociación de Memoria Histórica de Getafe

 
Francisco Lastra Valdemar

Francisco Lastra Valdemar es un perfecto desconocido para la mayoría de los getafenses de hoy. Sin embargo no solo fue el último Alcalde Republicano de Getafe sino una persona que dio su vida por sus ideas de solidaridad y justicia social.  Ideas por las que fue fusilado en 1940.
Francisco Lastra nació en Pinto en 1906. En 1914 llegó a Getafe acompañado de sus padres, Gregorio Lastra Aguado y Dionisia Valdemar Fuerte. Se instalaron  en la calle Sierra nº 9 y permanecieron  allí, al menos, hasta 1930. En el Padrón de 1935 la familia aparece como domiciliada en la calle Hormigo nº 4. Tenía un hermano llamado Gregorio Lastra Valdemar. Era una familia de trabajadores del campo, calificados como “obreros agrícolas” en algún padrón y como “jornaleros” en otros. En diciembre de 1935 todavía aparecía en el Padrón como soltero posteriormente se casa con María Luisa Roldán de Dios
          La familia se instaló en una población que estaba inmersa en un profundo proceso de cambio, crecimiento y conflicto y Francisco se convertiría en un exponente de esas tensiones que estaban transformando Getafe. En el primer tercio del siglo XX el pueblo había doblado su población y empezaba a ver el desarrollo de una incipiente industria, y de un también incipiente sector servicios, para atender las necesidades de los establecimientos militares que se habían instalado en aquella época.

        Desde el siglo XIX Getafe contaba con dos estaciones de tren y desde finales de ese siglo con alumbrado eléctrico en la calle. Los cuarteles estaban cambiando muy deprisa el pueblo. En 1904 se instaló el Regimiento de Artillería, hoy Universidad Carlos III.  En 1911, el primer avión llegó a Getafe y tras él, la  Base Aérea y poco después, en 1924 se fundaría  Construcciones Aeronáuticas S.A.  CASA.  La  existencia de la pista militar convirtió a Getafe  en  Aeropuerto Civil de Madrid y desde  esta localidad, las  compañías aéreas de la época realizaban vuelos a Sevilla y Lisboa o servicios postales. Alrededor de la empresa CASA surgieron pronto  empresas que realizaban trabajos para ésta,  como Sánchez Quiñones, SANQUI.  Pero la industria no se limitó a la aviación:  Ericsson se instaló en 1925.


Getafe se mostraba como un lugar en cambio y fruto de esos cambios también se acentuaron  los conflictos sociales. En 1916 se formó el primer sindicato de trabajadores del que tenemos noticias El Despertar del Obrero que, en ese año y el siguiente, convocaría huelgas en la localidad. En los años de la II República, la enorme politización de la sociedad española tuvo sus consecuencias en Getafe. Las Sociedades Obreras aumentaron, algunas seguían estando formadas por campesinos pero ya tenemos noticias de otras de tipo industrial como el Sindicato de Obreros Metalúrgicos. Las diversas asociaciones crearon  su propia  Casa del Pueblo con sede en la Calle Felipe Esteve nº 6 y en el año 1936 ya existían  organizaciones consolidadas del Partido Comunista, PCE, y del PSOE.
            El niño Francisco que llegó al pueblo en 1914, con 8 años de edad, hijo de un jornalero, se vería influenciado por todos estos cambios. Francisco Lastra era un trabajador agrícola que tenía  25 años cuando se proclamó la II República y se convertiría inmediatamente en uno de los principales activistas y organizadores obreros en la localidad.

A pesar de la proclamación de la II República, la resistencia a los cambios en los sectores tradicionales en el País y en la localidad, fue enorme. A pesar de ello, Francisco Lastra  participó en diversos conflictos pidiendo el cobro del subsidio de despido así como  jornadas laborales que no fuesen de sol a sol. Participó en una sociedad que arrendó  tierras al Ayuntamiento para su explotación por los trabajadores y de la que fue su secretario. También  fue Secretario  de la Sociedad de Agricultores, militante del PSOE, la  UGT, las Juventudes Socialistas y las Juventudes Socialistas Unificadas.
           
Sello Sociedad de la que Francisco Lastra fue dirigente

          
Las elecciones de Febrero de 1936 llevaron al poder al Gobierno del Frente Popular, que  decidió intervenir en los Ayuntamientos. Estas instituciones, en la mayor parte de los pueblos de España, seguían en poder de las oligarquías tradicionales por lo que el Gobierno decidió sustituir temporalmente a los Ayuntamientos por Comisiones Gestoras hasta que pudiera haber unas nuevas Elecciones Municipales que nunca se celebrarían  por el comienzo de la Guerra Civil en Julio. En Getafe, la vieja corporación municipal nombrada el 15 de abril de 1931, trasmitió el mando a la nueva corporación, en sesión celebrada el 15 de marzo.

       Esta nueva corporación, que refleja el importante cambio sociopolítico que se estaba produciendo en la localidad, estaba  compuesta por Javier Tamariz como Alcalde, Daniel Ovalle González, (PCE)  y Francisco Lastra Valdemar (Juventudes Socialistas y  Sindicato de Agricultores), como Tenientes de Alcalde. Los vocales -concejales eran:  Gregorio Estévez Fernández, Oscar Jerez Benavente, Rogelio Martin González (los tres pertenecientes al Sindicato Metalúrgico), Francisco Hernández Moreno, (Sindicato de Albañiles), Luis Tordesillas Parrondo ( Juventudes Socialistas) y  Feliz Robledo.
       
             El 1 de junio de 1936 Francisco Lastra fue  elegido Alcalde Presidente, ante la dimisión de Tamariz, tras un corto periodo en que Daniel Ovalle fue Alcalde accidental. La obra de esta corporación estuvo llena de proyectos importantes, aunque la Guerra Civil,  comenzada poco más de tres meses después de su elección,  lo truncó todo. Entre los proyectos en los que participó Francisco Lastra como Teniente de Alcalde o Alcalde podemos destacar: la participación en un proyecto de mancomunación de servicios con Leganés, Villaverde y los Carabancheles; la obtención de un préstamo de 600.000 pts para desarrollar un proyecto de la corporación anterior de conducción , distribución de aguas y alcantarillado (recordemos que en Getafe no se pudo contratar agua corriente en las casas hasta 1962), la desviación de la carretera de Toledo y el proyecto de supresión de pasos a nivel, así como  diversas peticiones al Ministerio de Instrucción Pública de creación de nuevas escuelas….
            Pero la guerra lo cambió todo. Francisco Lastra, como Alcalde, jugó  un papel importante en el fracaso de la sublevación fascista en la localidad. Sabemos que en los difíciles días que fueron  del 18 al 20 de julio, el Alcalde se puso en contacto con las autoridades republicanas: los mandos de la base Aérea -de los que se sabía su fidelidad a la República-, el Ministerio de la Guerra, y el diputado socialista, de origen getafeño, Enrique de Francisco. Fruto de estos contactos, en la noche del 19 de julio se hizo cargo como Alcalde de 100 fusiles recibidos del Ministerio de la Guerra y con este armamento más el decisivo apoyo de la Base Área, se inició la toma del Cuartel de Artillería por grupos de milicianos (paisanos armados)
En el Archivo Municipal  se conserva un interesantísimo documento realizado por el mismo Alcalde bajo el título de “Antecedentes relativos al desarrollo del movimiento subversivo del Cuartel de Artillería de Getafe” donde  nos informa de todo lo ocurrido.
En el nuevo Getafe, producto de aquellos días, Francisco Lastra intentó jugar un papel moderador. Empezó teniendo que imponerse a los milicianos para que dejaran  que jefes y oficiales sublevados  fueran conducidos a Madrid, para ser juzgados. Firmó salvoconductos que salvaron la vida de muchos religiosos/as. Dictó un bando exigiendo la devolución de las armas. Así, a partir de agosto, el Ayuntamiento recobró cierta normalidad y en el libro de actas de sus reuniones se pueden ver como siguen figurando decisiones importantes, producto de la nueva situación de guerra. Por ejemplo, el 13 de agosto se acordó la incautación del Cerro de los Ángeles, el Convento y su Iglesia (el Monumento ya había sido dinamitado).  Además, se continuó  con  el proyecto de desviación de la carretera de Madrid a Toledo y se acordó  la incautación de los Escolapios. El 13 de septiembre se decidió la ampliación del Cementerio de la Concepción y la cesión de los edificios del Cerro para sanatorios militares.
Por otro lado, también se dedicó personalmente a organizar la llegada y alojamiento de los refugiados que llegaban a la localidad huyendo del avance de las tropas sublevadas. En el archivo Municipal se recoge el paso de 1488 individuos que se refugiaron en el pueblo, huyendo de la guerra.
El 27 de septiembre de 1936 las tropas sublevadas tomaron Toledo y continuaron  su avance sobre Madrid, por lo que el riesgo para Getafe empezó a ser más que evidente. Por ello desde octubre organizó la evacuación del pueblo a Madrid. De esta manera, a primeros de noviembre el pueblo fue prácticamente abandonado por la población civil. Solo quedaron 636 vecinos de una población que superaba ampliamente las 8000 personas. Se combatía duramente y el 4 de noviembre de 1936  la localidad pasó a manos franquistas.  De este modo, la corporación, con Francisco Lastra al frente, se reunió  el  4 de diciembre por última vez. Lo hizo en Madrid, en la calle Alcalá 185, donde se levantó acta en la que se acordó suspender el funcionamiento hasta que la corporación pudiera volver a Getafe. Escrupuloso hasta el final con el cumplimiento de las formas,  se acordó también  que la documentación que se había  sacado de Getafe, quedara a recaudo del Archivo del Ayuntamiento de Madrid.  Además, en la misma acta se informó de los fondos con los que contaba la entidad,  producto  unos del Presupuesto Ordinario y otros de la subvención popular promovida para pagar los gastos del desplazamiento de la población a Madrid. Ambas cantidades aparecían en cuentas separadas en el Banco Español de Crédito Central de Madrid y quedaron paralizadas en cuanto a salida de fondos
Terminada su etapa como Alcalde, Francisco Lastra se incorporó como soldado de un Regimiento de Artillería de Madrid, pasando toda la guerra en la capital. El 3 de Abril de 1.939, dos días después de la finalización oficial de la Guerra Civil, fue  detenido y conducido a la cárcel de Getafe, desde donde fue  trasladado a la de Porlier. Dentro de la Causa General franquista, se le abrieron  dos causas diferentes, una el 12 de Junio de 1.939 (Legajo 1.511) y otra el 23 de Junio de 1.939 (Legajo 1.509).
Fue  condenado a muerte por su condición de alcalde republicano y miembro destacado de la izquierda en nuestra localidad. No tenía  vinculaciones directas con delitos de sangre, ni siquiera denuncias.  Si  analizamos  las denuncias que hizo  la  gente del pueblo -dentro de lo que se llamó Causa General-, veremos que  entre el 3 y el  29 de junio de 1939  los “vencedores”  realizaron 25 denuncias a iniciativa de las nuevas autoridades. De estas 25 denuncias 23 lo fueron por  desapariciones o asesinatos sufridos por “gentes de derechas” durante la época en que Lastra fue Alcalde.  Sin embargo, no se denunció su participación en ninguno de estos casos, aunque si se hizo en una de las otras dos denuncias que faltan para llegar a los 25. En ésta se le acusa directamente del supuesto robo de 50 fanegas de algarrobas, lo que en tiempo de guerra, más parece una incautación que otra cosa, resultando así lógico el hecho de que apareciera su nombre, al ser el Alcalde.  Así pues, en el pueblo nadie le denunció por un delito de sangre -y hubiera sido muy fácil haberlo hecho-  pero daba igual. Él estaba  ya marcado y condenado  por su historial.
Francisco Lastra permaneció en la cárcel hasta el día 9 de Noviembre de 1.940. Ese día, a las 6,25 horas de la mañana, fue conducido a las tapias del Cementerio del Este (hoy de La Almudena) y fusilado junto con el Ministro de Gobernación de la República, el socialista Julián Zugazagoitia y el periodista y redactor de El Socialista, D. Juan Cruz Salido y con ellos 11 personas más. Seria enterrado en las fosas de este cementerio.
Esta es la vida de Francisco Lastra. Un hombre resultado del tiempo que le tocó vivir y una historia que necesitamos recuperar como muestra, porque aprender del pasado puede ayudar a reforzar valores, los valores de solidaridad y justicia social, de democracia en suma, que siempre defendió Francisco Lastra.
Desde hace años,  nuestra Asociación lleva pidiendo al Ayuntamiento que su persona de nombre a una calle, plaza o lugar de Getafe. Esperemos que el proyecto de Plaza que en estos momentos  maneja el Ayuntamiento de Getafe, a iniciativa nuestra, sea pronto una realidad y  se vea acompañada  de otras acciones para recordar su memoria.



Firma manuscrita de Francisco Lastra






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